Notará una sensación de ocupación o cuerpo extraño, que normalmente desaparece en unas pocas semanas. Le aumentará la producción de saliva, aunque se irá normalizando poco a poco. Inicialmente, experimentará una disminución del sentido del gusto, que se recuperará al cabo de unas pocas semanas. Le cambiará un poco el habla, pudiendo existir problemas fonéticos para pronunciar algunos sonidos. Por ello, probablemente necesitará un entrenamiento para aprender a vocalizar ciertas palabras (es muy útil leer en voz alta). Es probable que se muerda fácilmente en las mejillas y la lengua, por su tendecia a introducirse en los espacios donde faltan dientes, pero en poco tiempo aprenderá a evitarlo. A veces se percibe opresión o dolor en dientes o encías (sobre todo al morder o cerrar la boca), que suelen desaparecer en poco tiempo, a medida que encallecen las mucosas y los dientes naturales remanentes se adaptan a las fuerzas que reciben. |